Motricidad fina
¿Por qué no aprovechar estas horas de juego para mejorar el desarrollo de habilidades como la motricidad fina a través de simples y divertidas actividades?
La motricidad fina es una parte esencial del desarrollo de los más pequeños y comprende todas aquellas actividades en la que utilizamos las manos y que implican precisión, un alto nivel de coordinación óculo-manual, una fuerza y presión controlada y una buena concentración. Su dominio además será fundamental para la adquisición de determinadas habilidades y aprendizajes posteriores como la escritura.
Antes de que puedan aprender a escribir, tendrán que fortalecer los músculos de las manos y las muñecas que se utilizan en el proceso de la escritura. Este proceso se conoce como el desarrollo de habilidades motoras finas. Cada vez que los niños hacen garabatos con lápices de colores, recortan, moldean, abotonan…están desarrollando estas importantes habilidades.
Estos ejercicios favorecen el control progresivo de los movimientos de los dedos y de las manos, y son causa directa del control de la motricidad fina. No podemos esperar que sean capaces de escribir si aún no han desarrollado la fuerza necesaria en sus manos y dedos.
La mejor forma de ayudar a promover estas y otras habilidades es proporcionarles una amplia gama de materiales y dejarles manipular y experimentar con ellos. Es importante ofrecerles distintas y variadas oportunidades que les permitan poner a prueba y desarrollar todas aquellas habilidades que en un futuro necesitarán dominar.
Hay muchas actividades con variaciones o adaptaciones que hacemos en función de las edades, necesidades o intereses particulares de los niños. La escala de dificultad también es diferente para cada niño.
- La cesta de los Tesoros en la que por ejemplo si es la cesta del otoño podemos encontrar todo tipo de frutos secos para manipular, cogerlos y clasificarlos.los de tamaño grande con la mano y los de tamaño pequeño con los dedos índice y pulgar desarrollando la utilización de la pinza natural de nuestra mano.
- Buscar objetos cotidianos de la escuela en una caja con arena.
- Apilar bloques de construcciones.
- Manipular plastilina o barro.
- Caja con bolitas de gelatina sensoriales.
- Coger pompones de colores y colocarlos en hueveras, ampliando el nivel de dificultad teniendo que clasificarlos.
- Encajables sencillos y con un pomo para que sea más fácil la colocación.
- Tornillos y tuercas grandes de plástico
- Rasgar y hacer bolitas de papel.
- Meter monedas de plástico grandes en un bote por una ranura.
- Intentar utilizar una pinza de plástico para coger bolitas de algodón.
Que divertido es aprovechar estas actividades para mejorar la motricidad fina.
MARTA SAIZ BONO
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